La mezquindad es una seña inequívoca de la inmadurez política y los de Santo Domingo Este, podrían servir incluso, de ejemplos.
Los eventos institucionales son de todos, son del pueblo, las inauguraciones son por el bienestar de a quien se le sirve, más allá que pueda concluir como ganancia política a alguien en particular.
Puede entenderse que en evento convocado por el PRM con Robertico Salcedo, el PROPEEP, se invitara a todos, menos a Manuel Jiménez, como un intento hasta ridículo de aislarlo, pero no asistir a la inauguración de la escultura a Peña Gómez, que glorifica y hace justicia a el dizque, según muchos en esa organización política, su líder, es simplemente un acto de infinita mezquindad y no posee justificación alguna.
La ausencia de la dirigencia del PRM de primer nivel en el municipio en ese evento, ni Presidente ni Secretario General, señala al enanismo político porque al Cesar lo que es del Cesar y el líder no debe temer que otros liderazgos caminen a su lado.
Al final, Robertico dedicó un día entero con el actual Alcalde, porque el PROPPEP no es del PRM, de de todos, igual que lo que emane, construya, restaure, inaugure, la Alcaldía, sea el que sea, el actual síndico.
El «no invitar» no es más que un acto de cobardía, en este caso, política, como el «no asistir».
Para colmos, en el caso de Peña Gómez, se hacia honor a un espacio abandonado que hasta los peñagomistas ignoraban ese busto, estaba allí. (leer: ¿Donde han estado los PeñaGomistas)’
La ciudad de Santo Domingo Este está inaugurando o restaurando lugares emblemáticos por el bien de la ciudadanía e incluso, por la historia de la república Dominicana, el respeto a los héroes, y, en este contexto, que la dirigencia local del partido de gobierno esté ausente de quien habla muy mal, es de ellos pues, entonces, es sin ellos y su infantil mezquindad que el resto, avanzará.